Dr. Edwin Ibarra
La Escritura enseña sobre muchos tópicos del diario vivir. Uno de ellos tiene que ver con la prosperidad integral con que Dios nos quiere tener. Jesus incluso hablo de una vida de sobreabundancia.
Sin embargo, se ha exaltado la pobreza como una virtud, cuando en realidad la pobreza solo es falta de recursos. Se cometen pecados en ambos extremos: tanto en la pobreza como en la abundancia.
Este artículo pretende evaluar algunos tópicos sobre cómo evitar ser pobres.
LA PEREZA
La pereza se define como Flojedad, descuido o tardanza en las acciones o movimientos.
Evaluemos lo que dice el libro de Proverbios al respecto.
Anda a ver a la hormiga, perezoso; fíjate en lo que hace, y aprende la lección: aunque no tiene quien la mande ni quien le diga lo que ha de hacer, asegura su comida en el verano, la almacena durante la cosecha. ¡Basta ya de dormir, perezoso! ¡Basta ya de estar acostado! Mientras tú sueñas y cabeceas, y te cruzas de brazos para dormir mejor, la pobreza vendrá y te atacará como un vagabundo armado. (Proverbios 6:6-11 DHH)
La pereza es una actitud que puede ser cambiada.
Hay un dicho popular que reza: “La pereza camina tan despacio, que la pobreza la alcanza”.
Es menester evaluar nuestra condición actual y verificar si la pereza ha sido responsable de dicho estado.
OPORTUNIDADES.
Poco trabajo, pobreza; mucho trabajo, riqueza. (Proverbios 10:4 DHH)
Actualmente el mundo esta interconectardo, que es tan fácil establecer negocios a todo nivel. Sin embargo, no hay necesidad de salir de nuestro entorno, para darnos cuenta que las oportunidades abundan. Solo hay que tener los ojos abierto a ellas y aprovecharlas.
Sin embargo, la preparación previa es importante. Reza un dicho que ” Cuando la oportunidad llega, es demasiado tarde para estar preparado”. Así que manténgase en constante entrenamiento en lo que hace para que al momento que las oportunidades lleguen, no lo encuentren desprevenido.
DILIGENCIA
El prudente cosecha en verano, quien se duerme al cosechar merece el desprecio. (PROVERBIOS 10:5 BHTI)
Nos hacen falta empleados y empresarios diligentes en lo que se hace.
La Diligencia se define como la rapidez o cuidado al hacer algo. Es decir, no dejarlo para mañana, evitando la postergación de los compromisos. Dice el libro de Proverbios que el diligente estará delante de los grandes, no delante de los de baja condición. Allí donde se toman las grandes decisiones que definen el rumbo del mundo natural y espiritual, allí estará el diligente.
FALTA DE ASESORAMIENTO
Pobreza y deshonra tendrá quien desprecia el consejo; grandes honores, quien atiende la corrección. (Proverbios 13:18 DHHD)
El asesoramiento consiste en dar o recibir consejo o dictamen en algún aspecto específico, especialmente de tipo empresarial o laboral.
Bien haríamos en consultar a asesores capacitados previo a cualquier emprendimiento nuevo para nosotros.
AVARICIA
Hay gente desprendida que recibe más de lo que da, y gente tacaña que acaba en la pobreza. (Proverbios 11:24 DHHD)
El avaro es todo aquel que acumula dinero o bienes sin ningún objetivo específico. Incluso, ni siquiera puede tener algún disfrute de lo que posee. Esto según Eclesiastés es pura vanidad.
La felicidad esta en dar. La naranja fue diseñada para darnos su jugo que nos alimenta. El ser humano es llenado de talentos y recursos para compartirlos. Esto evitará que caigamos en la pobreza.
PLACER DESENFRENADO
El que se entrega al placer, el vino y los perfumes, terminará en la pobreza. (Proverbios 21:17 DHHD)
El consumismo nos consume. Tenemos una generación esclava de las deudas. Viviendo vidas de apariencia con cosas que no pueden pagar. El placer desenfrenado nos lleva al consumismo sin importar los compromisos que adquirimos para el disfrute.
Hemos olvidado el disfrute de una caminata vespertina, una puesta del sol a la orilla del mar o bien el terrado de nuestra casa.
El placer es lícito pero no a costa de nuestra libertad financiera.
INJUSTICIA
El que para enriquecerse oprime al pobre o le da al rico, terminará en la pobreza. (Proverbios 22:16 DHHD)
El fin de todo sistema económico debería ser el ser humano. Sin embargo, todos los sistemas se sirven del hombre y todos en general tienen su fracción de esclavitud, unos mas que otros.
Estando en escasez o en abundancia, no debemos olvidarnos del necesitado ya que la Palabra dice que el que al pobre le da, a Dios le presta.
No fuimos llamados a la pobreza en ningún sentido, más que en la de reconocer la necesidad de que El nos llene con su Amor y gracia. JESÚS fue empobrecido para que en su pobreza fuésemos enriquecidos.